viernes, 25 de marzo de 2016

EL UNIVERSO Y SUS ALREDEDORES

EL UNIVERSO Y SUS ALREDEDORES

Al hombre no le basta con formar parte de la realidad: necesita además saber que está en un mundo y se pregunta inmediatamente: ¿QUÉ ES UN MUNDO?

Un entorno de sentido, un marco dentro del cual todo guarda cierta relación y resulta relevante de modo explicable. La idea de mundo tiene varios niveles:

1)    “mi” mundo: familia, amigos, etc
2)    “mi” ambiente social y cultural
3)    “mi” país y su región
4)    Escala planetaria: sistema solar, vía láctea
5)    Universo

Este recorrido va desde “mi cama” hasta el universo. Entonces nos preocupa más la luz de mi cuarto que los agujeros negros.

Pero también somos conscientes de que somos parte de un universo y surgen preguntas: ¿de qué está hecho? ¿es finito o infinito? ¿cómo empezó?

Son los primeros interrogantes que se hicieron los filósofos antiguos. En los viejos tiempos, las explicaciones sobre el universo sería siempre en forma de mitos: los astros eran los dioses, la Tierra también y los volcanes, los mares o los animales.

Las divinidades y los ancestros míticos representaban también ideas, en el sentido de lo definido por Spinoza: “LAS IDEAS NO SON OTRA COSA QUE NARRACIONES MENTALES DE LA NATURALEZA”.

Tales ideas míticas son a veces son a veces muy profundas, muy sugestivas y sin duda capaces de ayudarnos a tomar mejor en cuenta lo que el mundo significa mentalmente para nosotros.

Los primeros filósofos acudieron a elementos impersonales que explican la realidad. Tales en vez de hablar de Océanos o Tetis dijo “todo está hecho de agua”.

Esto trajo consecuencias revolucionarias: ¿por qué?
No por la “verdad” que dicen sino porque:
- no son meras repeticiones de una tradición
- expresan un punto de vista personal, tienen “firma”
- acuden a formas no antropomórficas o intelectuales, despersonalizadas (inteligencia cósmica en Anaxágoras)
- las propuestas filosóficas siempre hacen una distinción fundamental entre las apariencias brindadas por los sentidos y la realidad que sustenta esas apariencias.
- los mitos no pueden ser argumentados o debatidos por quienes los asumen. Las ideas filosóficas nacen por y para la controversia.

La mayor parte de los filósofos griegos creyeron en un universo como una totalidad nítidamente perfilada y distinta al agregado de sus partes, acerca de la cual cabe plantearse interrogantes específicos.
Para los primeros filósofos, el universo era un gran Objeto del que todos los demás objetos no son más que sus componentes.

Otra de las preguntas que se plantearon fue ¿hay un orden?
Para la mitología griega el cosmos (orden) surge de Caos. Heráclito, unos de los primeros filósofos, afirmaba:

“Tal como un revoltijo de desperdicios arrojados al azar es el orden más hermoso, como también el cosmos”.
Aquí parece sugerir irónicamente que el orden cósmico se parece más bien al de un montón de cosas azarosamente acumuladas.



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